Este libro nos cuenta la historia de una viuda que simplemente no es capaz de asimilar la muerte de su marido debido a que nunca encontraron el cuerpo, por lo que una parte de ella lo ve en todas partes, lo confunde con todo mundo y pronto comenzará una relación bastante insana con su esposo o con el fantasma de él.
Honestamente el libro en un inicio se me hizo bastante tedioso, me parecía bastante tedioso y sentía que la trama no avanzaba hacía ningún lado, era algo estancado que simplemente no avanzaba.
Aunque la autora realizó un trabajo tan bueno metiendonos en la cabeza de la protagonista que un buen rat logró confundirme, y al igual que ella no sabía si lo que estaba leyendo estaba pasando en realidad o todo era producto de la fantasía causada por el dolor de un duelo que al parecer Sarah no tiene ni el más mínimo interes en resolver.
Sí, es un libro que nos habla muchísimo a cerca de esta parte de la vida, lo que implica perder a alguien tan importante de nuestra vida y el difícil proceso que esto conlleva y como cuando no quieres afrontarlo ni hablarlo comenza a transformarse en algo realmente dañino.
En muchas ocasiones Sarah me irrito bastante ya que prefiere dejar su presente e incluso su futuro con tal de vivir un tórrido y dañino romance con lo que no sabe que si es su esposo o solo se lo está imaginando, y aunque el final ya era bastante predecible, es fácil de imaginar lo que va a pasar pero cuando lo lees realmente logra moverte muchas cosas por dentro, en especial si al igual que la protagonista ya has experimentado alguna perdida.
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