Trilogía "El infierno de Gabriel" (Sylvain Reynard)
Cuando comencé a leer estos libros fue porque honestamente me los vendieron mal. Ya llevaba mucho tiempo escuchando que era una novela erótica y más que eso yo los sentí como unos libros de auto superación, libros de auto perdón y redención y creo que eso fue mucho mejor que si solo me hubiera encontrado a personajes calientes que follaban solo por el placer de hacerlo -ejemseñorGrayejem-.
Cuando comencé con ellos no toleraba de nada a la protagonista, era solo una chica tonta con bastante falta de carácter que solo agachaba la cabeza ante todos y no alzaba ni un solo dedo para defenderse dejando que la pisotearan una y otra y otra vez. Era como una chica sin personalidad y que para colmo de males se había enamorado de su profesor y si de por si con los demás no tenía ni pizca de carácter ahora imagínense como era cuando el amor hizo acto de presencia, sencillamente me parecía casi intolerable la actitud tan arrastrada que ella estaba tomando.
Afortunada o desafortunadamente logra tocar fondo y esto la hace reaccionar y madurar en muchos sentidos, se levanta y con mayor fuerza que nunca reacciona ante las adversidades, pero el cambio no es solo en ella sino también en nuestro otro protagonista: Gabriel.
Juntos logran madurar y desarrollarse mejor tanto de manera personal como pareja haciendo de esta una mancuerna muy bonita y que sin duda se volverá emblemática dentro de la literatura.
Una cosa que me encanta y que honestamente se ve muy pocas veces dentro de este genero es que a pesar de toda la mierda que ambos llevan cargando ninguno trata de arrastrar al otro con ellos (como ocurren en la mayoría de casos verdad señor Zimmerman?) en vez de eso usan el amor que se tienen para salir a flote y superar todos los obstáculos que conlleva el ser pareja.
Para serles franca no es un libro que proponga gran cosa, gran parte de esto ya se ha visto dentro del erotismo pero lo que si es de admirar y que hizo que yo terminara de leerlos fue la manera tan lírica casi poética que el autor tiene de escribir, en especial las escenas eróticas que aunque no son muchas cuando las hay de verdad que uno las disfruta, cada una de ellas tiene una razón de ser y el hecho de que el libro no este saturado con ellos vuelve mucho más enriquecedora la lectura en otros aspectos.
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