Sinópsis:
Irene, una joven tímida y solitaria, sueña con Vâudïz, mundo imaginario en el que la princesa Nannerl vive junto a un grupo de guerreras, sin saber que una amenaza de siglos se cierne sobre ella.
Cuando aparecer Erick, el chico nuevo de la clase, Irene y él se hacen amigos y ella le revela los secretos de ese fantástico lugar.
De pronto, la delgada línea que divide lo real de lo imaginario parece romperse y el mundo de Vâudïz se convierte en una presencia muy próxima, que puede poner en peligro a Irene y a su nuevo amigo Erick.
Opinión:
Es la primera parte de una tetralogía, Andrea Chapela te sumerge de lleno en la historia, ya que al principio tal vez trata de meterte de lleno en la historia y conforme avanza es como se van develando muchísimos misterios y se le va entendiendo mejor.
Es increíble que con sus apenas 15 años la autora haya empezado a escribirla ya que Vâudïz es un mundo muy complejo.
Debo de admitir que me desesperaba que cuando ya te estuvieras adentrando en una trama la autora decidiera cambiar a la otra, ya que el libro cuenta las historias que están sucediendo tanto en el mundo de Vâudïz como en el real a la vez, y sí; me desesperaba bastante que cuando yo ya estaba clavada en alguno de los dos mundos y con ganas de saber más, de pronto cambiaran al otro y así estuvieran durante todo el libro.
De los protagonistas, generalmente empiezo odiando a la protagonista y ya después me enamoro de ella, pero aquí paso todo lo contrario, me encanta el carácter tan fuerte que tiene Irene, que no se deja de nadie, pero hasta él ultimo se me hace muy extrema y egoísta la acción que toma. Erick pfff, que puedo decir de él, nada salvo que yo era 100% fan de Irene/Erick y fue muy decepcionante el lado para el que él se inclina, sin embargo eso lo puedo aceptar, lo que de plano me ponia de malas es que es tan cobarde de no decirle a Irene la verdad aun cuando el sabe que es necesario.
Calificación * * * *
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