Cero es un chico que toda su vida a estado encerrado entre cuatro paredes con el único fin de entrenarlo hasta convertirlo en un soldado implacable, pero un día el sistema de aquellas instalaciones falla y Cero sin saberlo escapa de ese lugar, encontrándose en su camino con una familia que lo acoge como si fuera su propio hijo y lo protegen de todos los peligros que lo asechan.
Para empezar no se a quien se le ocurrio hacer una historia con tintes de ciencia ficción en muy pocas páginas, todo parece suceder demasiado rápido y sin razones aparentes. Los personajes se me hicieron sumamente planos así como la historia misma.
Aunque agradecí que el libro hubiera sido tan corto ya que aunque se lee muy rápido en esas hojas NUNCA ocurre nada de nada y de haber sido algo mas largo hibiera resultado insufrible.
A lo largo de la trama solo nos van dejando dudas y cuando por fin estas preguntas que nos generaron son respondidas lo hacen de una manera tan burda que fue como si el autor no hubiera tenido ni idea de que hacer con su libro desde el inicio y al final decidiera explicar todo pero a lo bruto.
Aunque pareciera que si tampoco hay un climax ni algo que haga que el libro realmente haya valido la pena.
Tuvo el final más fácil y más sozo que una historia podría tener.
Dentro de sus páginas sencillamente la historia no provoca nada de nada.
